Cuando un efluente de agua ingresa a un tipo de tratamiento de agua para eliminar los contaminantes y obtener cierta calidad, uno de las principales fases de todo el proceso es el sistema de filtración de agua.
Pero ¿qué es un sistema de filtración de agua? En resumen, los equipos de filtración funcionan haciendo pasar el agua a través de una membrana para separar los sólidos que se puedan encontrar en el agua, ya sean sólidos disueltos o en suspensión.
La principal diferencia entre los sistemas de filtración depende del grado de separación de los componentes presentes en el agua que pueden lograr. Generalmente estos procesos se utilizan como pretratamiento, aunque depende de la calidad obtenida y el objetivo, se definirá si se aplica otro tratamiento o no.
Para el tratamiento de agua, los procesos de filtración buscan reducir las partículas que se encuentran en suspensión, así como metales pesados, residuos de arena u otros factores que producen malos olores, agua turbia, etc.
¿Cuáles son los distintos tipos de sistemas de filtración de agua?
La diferencia entre los tipos de sistemas de filtración radica en la membrana que filtra y separa el agua de los compuestos suspendidos. Mientras las aberturas de las membranas sean más pequeñas, la pureza del resultado del tratamiento será mayor.
Microfiltración
El tamaño de los poros de las membranas es entre 0.1 y 10 micras. Con este sistema se eliminan las partículas del tamaño de los poros o de un mayor tamaño. Se usa para la clarificación de bebidas, para la esterilización de productos farmacéuticos o como tratamiento previo a sistemas de ósmosis inversa.
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Ultrafiltración
El tamaño de los poros de la membrana que filtra es de entre 0.01 y 0.1 micras y la capacidad de filtración es superior. Este proceso es capaz de separar y concentrar proteínas, así como retener virus y bacterias.
Nanofiltración
Estos sistemas se aplican para la purificación de agua siendo capaces de eliminar de manera parcial las sales disueltas, concentrar compuestos orgánicos y desmineralizar parcialmente el solvente.
Todos estos procesos de filtración, por ejemplo, se pueden utilizar como pretratamientos para la ósmosis inversa cuando el agua tratada se utilizará en procesos de producción de alimentos, farmacéutica o aplicaciones con altos niveles de calidad.
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