La sedimentación es uno de los procesos más importantes dentro del tratamiento de aguas residuales. Su función consiste en remover los sólidos suspendidos presentes en el agua mediante la acción de la gravedad, lo que permite optimizar las etapas posteriores del tratamiento, como la filtración, la desinfección o la oxidación biológica.
En el sector industrial, este proceso resulta fundamental, ya que facilita la remoción de contaminantes, previene la afectación de cuerpos receptores y contribuye a proteger la salud pública. Si deseas entender qué es la sedimentación y cómo se aplica en el tratamiento de aguas, continúa leyendo.
¿Qué es la sedimentación del agua?
- La sedimentación es una técnica físico-química que forma parte del pretratamiento o tratamiento primario de las aguas residuales.
- Su objetivo es separar partículas sólidas suspendidas en el agua que tienen una densidad mayor a la del agua.
- Para que este proceso ocurra de forma eficiente, es necesario reducir al mínimo la turbulencia del flujo de agua, permitiendo que las partículas suspendidas se asienten por efecto de la gravedad.
- Aunque este fenómeno puede ocurrir de manera natural, su rendimiento puede mejorarse con el uso de estructuras específicas como tanques sedimentadores o mediante la adición de productos químicos coagulantes o floculantes.
Tipos de sedimentación
Dependiendo del tipo de sólidos y del objetivo del tratamiento, la sedimentación puede clasificarse en distintos tipos. Los más comunes en el tratamiento de aguas residuales son:
Sedimentación simple (o sedimentación por gravedad)
Se utiliza principalmente en el tratamiento primario para remover sólidos de mayor tamaño o densidad (arena, grava, materia orgánica densa). Se lleva a cabo en tanques de sedimentación primaria, que pueden estar equipados con rascadores mecánicos para extraer el lodo sedimentado.
Sedimentación química o asistida
En esta modalidad, se aplican agentes coagulantes como sulfato de aluminio, cloruro de polialuminio o sulfato férrico para aglomerar partículas coloidales y facilitar su caída al fondo. Se emplea comúnmente en el tratamiento secundario o terciario, y aumenta la eficiencia de remoción de sólidos finos y carga orgánica.
Beneficios de una sedimentación eficiente
Implementar un proceso de sedimentación correctamente diseñado y dimensionado aporta los siguientes beneficios:
- Reducción significativa de la carga orgánica en el efluente.
- Optimización de procesos posteriores como filtración, desinfección o tratamiento biológico.
- Cumplimiento normativo, ya que permite alcanzar los límites máximos permisibles establecidos por la NOM-001-SEMARNAT.
- Disminución de costos operativos a largo plazo al reducir la cantidad de contaminantes en las siguientes etapas.
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