La mayoría de los procesos industriales utilizan agua. Esto se traduce en una gran cantidad de aguas residuales que deben ser tratadas por ley antes de verterlas o de reutilizarlas. De la mano de la importancia de tratar estas aguas residuales va la instalación de una planta piloto.
Si las aguas residuales industriales no fueran tratadas antes de verterlas al medio ambiente, el daño ambiental sería incalculable y bastante grave.
Tratar estas aguas residuales permite disminuir la presencia de contaminantes y elementos peligrosos.
¿Qué es una planta piloto para el tratamiento de aguas residuales?
Una planta piloto es una instalación física con una serie de procesos en cadena que permiten el tratamiento de un efluente de agua en distintos niveles.
Una instalación de este tipo, favorece para realizar “ensayos” que determinen los requerimientos exactos, los costos operativos y las condiciones del agua a tratar.
Para ello, primero se construye y pone en marcha una planta piloto. Es decir, una réplica de la planta a escala para controlar y observar la variabilidad de condiciones de trabajo que podrían darse a escala real.
Con esta planta piloto la empresa acerca las instalaciones al cliente. Es posible realizar ensayos después de las pruebas de laboratorio. Establecer los objetivos y demostrar la viabilidad de los procesos elegidos y la tecnología a aplicarse.
Garantizamos el mantenimiento de sistemas abiertos o cerrados para el tratamiento de aguas limpias y residuales
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Características de la planta piloto
Aunque las plantas pilotos instaladas tienen una serie de componentes distintos dependiendo de las condiciones, a grandes rasgos existen ciertas características que deben de tener:
- Un tanque principal o nodriza que alimenta de forma continua el proceso con agua residual sintética, creada para poner en funcionamiento el tratamiento y experimentar si da los resultados adecuados.
- Una bomba peristáltica para alimentar el reactor. Esto permite que el tanque principal siempre esté lleno por más de 10 horas continuas y de forma automática.
- Un decantado secundario, generalmente transparente para poder observar el comportamiento de la mezcla.
- Bombas de recirculación externa e interna.
- Todo el tiempo la planta está midiendo el pH, temperatura, turbidez, oxígeno disuelto, amonio o nitratos, el potencial de oxidación-reducción, la materia orgánica presente, etc.
- Todo el conjunto está regulado por un medidor PCL para regular de manera automática las recirculaciones internas y externas, así como el caudal de aire.
Generalmente, una planta piloto para el tratamiento de aguas residuales debe contar con una zona de tratamiento primario (sedimentados primarios y flotación con dispersión de aire), una para tratamiento biológico, la parte para tratamiento físico químico (coagulación, floculación-sedimentación, así como oxidación), otros procesos como filtración y desinfección, además de un área de desmineralización con intercambio iónico, ósmosis inversa y electrodiálisis.
En GC Tratamiento podemos ayudarlo a determinar qué tren de tratamiento es más eficaz para procesar sus aguas residuales. Solo envíenos un mensaje a través de este formulario web y enseguida nos contactaremos para orientarlo.