Uno de los indicadores para analizar el grado de toxicidad de un efluente de agua residual es la Demanda Química de Oxígeno o DQO, por sus iniciales. A grandes rasgos, es la cantidad de oxígeno que se necesita para oxidar toda la materia orgánica y oxidable que se encuentra en el agua residual.
Este es uno de los parámetros que se deben controlar como parte de las normas para tratar y verter este tipo de aguas, por lo que el principal objetivo es disminuir la DQO con distintos tipos de tratamientos.
Es sumamente importante conseguir que este indicador disminuya. Ya que las aguas residuales domésticas e industriales con altas cargas de contaminantes, más de las permitidas, resultan un grave problema que afecta al medio ambiente e incluso puede ser un riesgo para el ser humano y los seres vivos.
Existen tres principales tratamientos para disminuir la DQO:
Garantizamos el mantenimiento de sistemas abiertos o cerrados para el tratamiento de aguas limpias y residuales
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Fisicoquímico
Entre los tratamientos físico químicos para disminuir los niveles de materia orgánica no biodegradable, están los procesos de coagulación y floculación. Su objetivo es formar flóculos de materia orgánica gracias a la desestabilización de las cargas orgánicas de esta materia. Estos grumos se filtran o sedimentan fácilmente.
Por otro lado, los reactores de aireación permiten una mejor oxidación con el complemento de coagulación-floculación.
Ozono
Este tratamiento es muy efectivo para la oxidación de la materia orgánica. El ozono tiene un extraordinario poder oxidante por lo que resulta una opción eficaz para disminuir la DQO e incluso la DBO, Demanda Biológica de Oxígeno.
Además de disminuir la carga orgánica en las aguas residuales, este tratamiento elimina el olor, color y produce una desafección total de los microorganismos que puedan existir.
Electrocoagulación
Este proceso es muy parecido al de coagulación, pero se usa energía eléctrica. En ambos tratamientos se busca la desestabilización de los coloides en el agua, solo que en la electrocoagulación se logra a partir de un metal.
Todo funciona a partir de compuestos que se generan de la disolución de un ánodo. Posteriormente se agrupa la materia coloidal que existe en las aguas residuales y, mediante técnicas convencionales, se logra la separación del agua.
A partir de esta disolución, los ánodos van desapareciendo conforme sucede el tratamiento hasta que llega un momento en el que se necesita reponerlos.
Este proceso logra la eliminación eficaz de sólidos en suspensión, metales pesados, aceites y grasas, fenoles, coloides e incluso virus, bacterias y microorganismos.
Si estás buscando una solución para disminuir el DQO de aguas residuales, en GC Tratamiento podemos orientarte. Escríbenos un mensaje y enseguida un asesor se comunicará contigo para conocer más de tus necesidades.