Una forma clave de garantizar que el agua destinada al consumo humano y a diversas actividades diarias es segura y de calidad, es a través de la medición de su conductividad. La conductividad del agua refleja su capacidad para conducir electricidad, lo cual está directamente relacionado con la cantidad de sales y minerales disueltos en ella. Este parámetro es fundamental no solo para asegurar que el agua sea apta para el consumo, sino también para evaluar su idoneidad en procesos industriales, agrícolas y en sistemas de tratamiento de agua. Si te preguntas cómo se mide la conductividad en el agua, en este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este importante indicador de la calidad del agua y cómo utilizarlo para tomar decisiones informadas sobre su tratamiento y uso.
¿Qué es la conductividad del agua y por qué es importante?
Antes de decirte cómo se mide la conductividad en el agua, debes de saber que esta se define como la capacidad que tiene el vital líquido para canalizar corriente eléctrica por medio de iones disueltos en ella. Su importancia radica en que a través de esta es posible identificar los contaminantes presentes en el agua, a mantener un control de la calidad del agua y a identificar qué tipo de tratamiento requiere para eliminar los contaminantes del agua.
¿Cómo se mide la conductividad en el agua?
Después de explicar qué es la conductividad del agua, enseguida, te decimos cómo se mide la conductividad en el agua. A mayor grado de iones disueltos en el agua mayor será la conductividad. Para saber este dato se utiliza un aparato llamado conductimetro, el cual contiene electrodos que al sumergirse en el agua generan una corriente eléctrica, misma que dicho aparato mide con la finalidad de calcular la conductividad.
Para darte una idea más amplia sobre cómo se mide la conductividad en el agua, debes de saber que la unidad de medida en la que se expresa este indicador es el siemens por centímetro (S/cm), y en las subunidades microsiemens por centímetro (µS/cm) o milisiemens por centímetro (mS/cm).
Lo anterior quiere decir que cuando se mide la conductividad del agua los resultados se expresan de la siguiente forma:
Agua pura: 0.055 µS/cm
Agua potable: 1500 µS/cm
Agua de mar: ≈52 mS/cm
Agua doméstica: 400 a 800 µS/cm
Cabe mencionar, que realizar la medición del agua es de gran utilidad para la operación de diferentes industrias ya que, requieren de agua de calidad para realizar sus procesos productivos.
¿Qué conductividad debe tener el agua para ser potable?
Debido a que el agua potable se utiliza para consumo humano, higiene personal, preparación de alimentos y otros fines tanto domésticos como industriales es que debe cumplir con estándares de calidad locales e internacionales. Entre dichos estándares se establece que debe ser inodora, incolora, insípida, sin contaminantes, aunado a ello se establece que como mínimo debe presentar una conductividad de 400 a 800 µS/cm y como máximo 1500 µS/cm.
¿Qué ocurre si el agua tiene alta conductividad?
Hay que destacar que saber cómo se mide la conductividad en el agua ayuda a evitar problemas que pueden ocurrir cuando presenta alta conductividad tales como un sabor desagradable, deterioro de electrodomésticos y equipos de que se emplean en el tratamiento del agua, obstrucción de los poros, dermatitis, así como sequedad de piel y cabello.
¿Cómo bajar la conductividad del agua?
Además de saber cómo se mide la conductividad en el agua, es esencial conocer los métodos disponibles para reducirla y mejorar la calidad del agua. A continuación, te mencionamos algunos de los más comunes:
- Deionización: Este proceso utiliza resinas especiales para eliminar los iones de minerales disueltos en el agua, como sodio, calcio y magnesio, que son los principales responsables de la conductividad. A través de un intercambio iónico, el agua se purifica y se reduce su capacidad de conducción eléctrica.
- Ósmosis inversa: Este método es ampliamente utilizado para purificar el agua. Consiste en forzar el paso del agua a través de una membrana semipermeable que retiene la mayoría de los sólidos disueltos, incluidos los minerales que afectan la conductividad. La ósmosis inversa es efectiva para producir agua con una conductividad muy baja.
- Electrodiálisis: Utiliza un campo eléctrico para separar los iones de sales y minerales disueltos en el agua. El agua pasa a través de membranas que permiten el paso de iones cargados, y mediante el uso de electrodos, se remueven los iones responsables de la conductividad.
- Precipitación química: Este proceso implica la adición de productos químicos al agua que reaccionan con los minerales disueltos, formando compuestos insolubles que se pueden eliminar por filtración o sedimentación. Es útil cuando se busca reducir la concentración de ciertos iones que afectan la conductividad del agua.
Cada uno de estos métodos tiene aplicaciones específicas según el tipo de agua a tratar y el nivel de reducción de conductividad requerido. La elección del método más adecuado depende de factores como el costo, la eficiencia y el uso final del agua tratada.
Soluciones especializadas en tratamiento de agua de baja conductividad
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